Ricardo Alcaide, Caracas, 1967

 

Artista venezolano, descendiente de españoles, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Londres y más recientemente entre las ciudades de Madrid y São Paulo. Son éstas diferentes culturas las que nutren su trabajo. Autor habitualmente vinculado a la fotografía, en su última producción incorpora escultura y  pintura tal y como muestran las dos obras presentadas en esta ocasión.

 

José Eugenio Marchesi, Madrid, 1963

 

Artista interesado en las relaciones entre Arte y Ciencia, presenta un conjunto de obras que reflexionan sobre la manipulación genética y sus consecuentes productos monstruosos. Tras una plasticidad impactante y atrayente se esconde una feroz crítica hacia los trastornos infligidos al mundo natural y la casi extinta biodiversidad.

 

Imanol Marrodán, Bilbao, 1964

 

Las  obras mostradas en esta exposición muestran las complejas relaciones que configuran el mapa personal del autor y su identidad. Por un lado Sense, (Homenaje a Degas) ofrece un juego ambiguo de lecturas distintas (sense = sentido, sensación, sentir) con las que el autor trabaja y especula tomando como base el lado irracional e intuitivo del ser humano. Al mismo tiempo que conecta una imagen contemporánea con el icono clásico de las Madonnas renacentistas.

Por otro, Después del tiempo, nos aproxima a su interés por la naturaleza y los términos asociados a ella: la soledad, la contemplación y el vacío.

 

José Vera Matos, Perú, 1981

 

La democratización de los símbolos, la indeterminación y el consumo de lo efímero, representan algunas de las principales características del mundo contemporáneo. Frente a estos fenómenos José Vera se reconoce como parte activa y constitutiva de esta realidad. En este trabajo, nos muestra imágenes en primeros planos, que abarcan en su gran mayoría símbolos representativos de la cultura occidental. Para ello se sirve del dibujo, en algunos casos acompañados de textos panfletarios y bíblicos. La obra exige al espectador establecer su propio orden y relación entre las diversas imágenes, que nos sirven para reconocer las determinaciones que creamos, a pesar de que éstas, sean irremediablemente vulnerables.

 

Agustina Nuñez, Buenos Aires, 1980

 

Las continuas referencias a la mente animista del niño y la literatura infantil nutren la obra de la artista argentina, tomando como característica principal poder representar aquello que permanecía oculto. Como la personificación de un sueño próximo a una pesadilla. Transgrediendo los límites convencionales, los dibujos apelan a la memoria colectiva con imágenes de un grotesco realismo, de amenazante naturaleza, pero de factura siempre elegante, dejando al espectador participar de lo ambiguo e inestable de la obra.

 

Mônica Piloni Curitiba, PR, Brasil 1978

 

La artista brasileña emplea objetos y formas inocentes de nuestra realidad, reconstruyéndolas con un nuevo giro perverso.  El miedo y el misterio toman el espacio de la obra creando mundos perturbadores que buscan el autoconocimiento a través de la descomposición del sujeto.

 

Eliezer Sonnenschein, Haifa, 1967

 

No man land, título de la obra del artista israelí parte de la siguiente fórmula:  Naturaleza = universo.

La verdad del universo es que el universo está vinculado inseparablemente al ser humano y moldeado por sus acciones.

Los avances científicos han llegado a esta misma conclusión. La física cuántica concluye claramente que la materia está de alguna manera relacionada con la consciencia y la mente. Esto significa que la verdad del universo sólo podría ser entendida mediante una observación permanente de los fenómenos que lo componen. Y, ¡No hay nada permanente! Así que… si la naturaleza está influenciada por fuerzas que no son materia ¿cómo es que mis pensamientos la pueden influir?

 

Michael Wesely (Munich, 1963) & Lina Kim (São Paulo, 1965)

 

Lina Kim y Michael Wesely llevan años colaborando en la realización de diversos proyectos conjuntos que, en su mayoría, se desarrollan en torno a la percepción de los fundamentos de la nueva cultura universal, donde la planificación urbanística se manifiesta como una necesidad inevitable para adaptar el desarrollo de las ciudades a su verdadero objetivo y destino.

Todas las imágenes, ya sean fotografías o vídeos, abordan las ambigüedades y significados paralelos escondidos tras los principios racionales aplicados habitualmente. Imágenes que muestran claramente las sombras de estos principios (como los aspectos científicos, políticos y crematísticos), así como su importancia en el proceso civilizador y en el desarrollo de la sociedad.

 

Kim y Wesely tratan de registrar los deseos de los habitantes y de reducir los prejuicios que ocasionan consecuencias en estos espacios urbanos tales como el olvido y el abandono. Esto inscribe la experiencia de las estructuras existentes en sus contextos natural y cultural.

 

El elevado concepto que el individuo actual posee del mundo como algo consecuente y estable se manifiesta como una visión fugaz, aunque la realidad sea la construcción de percepciones personales.