2006 Arte Santander | Galeria Blanca Soto
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ARTE SANTANDER

12 - 16 julio 2006
Palacio de Exposiciones y Congresos, Santander

ARTISTAS PARTICIPANTES

Aitor Lajarín

Imanol Marrodán

José Luis Santalla

José Luis Serzo

Óscar Seco

Ruth Quirce

Aitor Lajarín

Aitor Lajarín pinta seres humanos en el interior de sus casas que se encuentran en una situación de extrañamiento. Se trata de arquitecturas que no aparecen como iconos sino como propuestas habitacionales, por lo que el pintor desarrolla, de la casa, solo estas estructuras primarias de paredes y suelo, alimentadas frívolamente por la ocupación espacial de algún que otro mueble de diseño aislado. Los personajes que, intuimos, habitan estos ámbitos domésticos, parecen estar ahí circunstancialmente, como si su ocupación, el hecho de dejar su rastro, fuera imposible, y, mucho menos, les estuviera permitido colapsarlos de recuerdos. Comparecen ante nosotros como si habitaran el espacio de otro, un espacio que no es de nadie… o un espacio inhabitado.

Imanol Marrodán

Creador y pensador crítico interdisciplinar que ha centrado su trabajo dentro del marco de la investigación y la creación artística contemporánea. Ha expuesto sus proyectos en numerosos países como Reino Unido, Francia, Alemania, Portugal, Bélgica, Corea, Argentina, Suiza y Estados Unidos. Su obra ha participado en numerosas ferias internacionales de arte contemporáneo, además de estar presente en importantes colecciones de museos e instituciones públicas y privadas.

Cabe destacar además su labor crítica y de gestión en la producción de diferentes eventos relacionados con el arte y pensamiento contemporáneo.

José Luis Santalla

Pertenece a la generación que, iniciando su trayectoria en los años ochenta, ha utilizado la fotografía como una herramienta versátil y dúctil, en una exploración imaginativa de sus posibilidades narrativas. Sus series se han sucedido como una búsqueda de posibilidades límite

(Manipulaciones) o en los que la duplicación, desde la introducción de la idea del espejo, genera espacios posibles para la imaginación (Dípticos). Muchas de sus imágenes han tendido a construir alegorías en las que los objetos adoptan un significado y un uso diferente, decantándose más por desarrollar un discurso de fragmentación estilística que le permitiera una versatilidad narrativa desde la cual abordar temas concretos, tensiones y contradicciones (En silencio). Oscilando entre lo inerte y lo animado, y precisamente, a partir de sus últimas series, Un mundo feliz y Fugas, su trabajo adquiere un espesor más denso, ligado a una meditación sobre los valores y los modelos en la sociedad contemporánea.

José Luis Serzo

Se aventura en la búsqueda de un misterioso ser llamado THEWELCOME, y presenta una primera muestra (de nuevo con una exposición-relato), en la galería Blanca Soto de Madrid. Para ello utiliza distintas disciplinas, y con la colaboración de amigos reales y ficticios, este joven “investigador” intenta dar forma a un retrato universal configurado por medio de infinitos testimonios, relatos y descripciones que contienen nuestros mejores deseos.

Óscar Seco

En esta ocasión, el artista expone, además de pinturas, una serie de maquetas y un vídeo realizado en colaboración con Manuel Mingo, ambientado en plena Semana Santa sevillana.

Seco, como ya es habitual, aborda una obra de temática imaginaria que remite a la literatura fantástica, la ciencia ficción y el cómic. Su trabajo, repleto de referencias a la historia del arte y al mundo cinematográfico de serie “B” está plagado de ironía y sarcasmo. Un humor corrosivo que le permite jugar de manera aparentemente infantil, con muchos de los conflictos del ser humano; la guerra, la tecnología, el estado actual del arte son temas recurrentes, de ahí esa fértil simbología que va desde la fauna fantástica más variada hasta el repertorio bélico cuajado de tanques, pistolas y soldados.

Ruth Quirce

En esta ocasión su obra gira en torno a la idea de caos, un “pequeño apocalisis” que evoca esos momentos de fragilidad, esos pequeños límites, explosiones, que desequilibran una situación de calma; en definitiva, pequeños brotes de caos que perturban la aparente tranquilidad de todas las cosas.

Ruth parte de su propia sensación de elemento quieto, y desde su posición inmóvil, ella misma es espectadora de todo lo que sucede a su alrededor. Todo lo que la circunda se mueve, gira; tanto lo más inmediato como lo más remoto, más allá de los límites del Universo.  En palabras de la propia artista: “yo hablo desde mi propio espacio, quieto, regulado y resguardado. Un pequeño espacio “salvador” que, al igual que antes el soll, lo mira todo desde una cierta distancia

Pequeño Apocalipsis presenta pinturas donde la geometría aporta al mismo tiempo, estabilidad y desorden, con planos, líneas y elementos energéticos, de robusta apariencia metálica, como esa montaña / pirámide / zigurat que actúa como una fuente de energía, “luz como atmósfera, como medio declarante donde las cosas, la realidad aparece.

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