Es en uno de sus grandes proyectos I Love Diogenes, donde por primera vez, Joaquín Lara comienza a utilizar materiales de reciclaje para conjugar una nueva metodología con distinto significado al de su obra anterior, argumentando que cualquier material susceptible de ser empleado como medio plástico es integrado en la obra.

 

El material de sus obras, parece obsoleto, pero se recicla para cobrar vida en el proceso artístico.

 

Territorio Desconocido es la evolución de este proyecto, arte vivo en constante evolución y sinergia.

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El artista aborda el cuadro susurrando, su método consiste en ensayar y explorar como alguien que penetra cautelosamente en un territorio desconocido.

 

Lara nos habla de una obra abierta, el prisma desde el que se mira cambia el significado, el significado no es explícito, sino una libre interpretación, un proceso de co-creación entre productor y receptor, lo que podemos denomina “respuesta total”, intelectual y física a la vez.

 

La pintura, la fotografía y la escultura al rescate de un “momento” en el fluir del paisaje. El registro de un entorno en constante transformación que lucha por recuperar otro equilibrio.

 

Lo provisional, lo arbitrario, lo casual como referente.

 

Lo que rodea la obra es lo contingente, lo fragmentario, lo efímero, lo indefinido, el caos.

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En conclusión: El artista aborda el cuadro susurrando, su método consiste en ensayar y explorar como alguien que penetra cautelosamente en un territorio desconocido.